viernes, 9 de abril de 2010

INTENTO DE VUELTA EN ABRIL

Día 1 de abril, cinco navegantes ultimando los preparativos para el intento de circunnavegar la isla y una meteorología no muy favorable. Andrés, Juanjo, Dani, Juan y Carlos zarpan decididos desde Es Grau con los kayaks en dirección norte. La primera etapa, Es Grau-Playas de Mongofre, se presenta movida, con un viento norte fuerza 3 y ni un rayo de sol que los acompañe. Cansados, llegan a la paradisíaca playa de Mongofre y se instalan en el interior de la caseta que medio invade la arena de la duna. La noche se presenta fría y con un viento muy suave, que calmará totalmente en la madrugada. La primera noche de ruta finaliza con un amanecer totalmente raso y con un viento suave que refresca y despeja las caras de sueño.
La segunda etapa, Mongofre-Macar gran de Sta. Teresa (Este del cabo Cavalleria), se presenta plácida y muy luminosa, aunque al mediodía el viento de sureste se reforzará. Al mediodía, el grupo entra en la espectacular bahía de Fornells con la intención de recalar en las playas de “Cabra Celada”, las piernas lo agradecen y también el estómago! La salida de la bahía será rápida..., muy rápida con el viento empujando las popas de los kayaks en dirección Norte, dirección Cabo de Cavalleria. Es entonces, cuando nuestros kayakistas dejando atrás la bocana de Fornells y teniendo delante de sus proas un mar cada vez más blanco, deciden pernoctar antes de pasar el cabo. La noche no se presentaba tan fría como la anterior, también cobijados en un antiguo “búnquer”, el grupo disfrutó del espectáculo nocturno que ofrecía el cielo estrellado y los reflejos del faro de Cavalleria.
La tercera etapa y la última, tiene su meta en Cala Viola de Ponent, después de haber cruzado el cabo, la punta más expuesta al Norte de toda la isla. La mañana se levantó muy despejada, aunque el viento empezó ha soplar bien temprano. Con un viento de sureste la salida prometía ser rápida..., y lo fué. El altísimo acantilado del cabo funcionó como perfecta pantalla contra el viento y este tramo, espectacular, fue de lo más plácido, sin la adrenalina de la velocidad. Justo pasar el cabo, con las proas en dirección sur, el viento empezó a agotar a nuestros kayakistas y la llegada a Cala Viola fue muy celebrada, aunque sabían que era el final del “intento “..., hasta la próxima. Finalizó en Cala Viola la aventura porque los vientos para los días posteriores no permitían continuar en el Norte de la isla y, aunque en el Sur se podía navegar, la intención no era hacer un tramo de la ruta por carretera con los kayaks encima del coche... Hasta la próxima!

Ultimos preparativos
De izquierda a derecha
Andrés, Juanjo, Juan, Carlos y Dani
                                                            Mar de fondo

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